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New comic friends. Efecto Mass Effect, es casi un cutre juego de palabras. ¿Y la noticia? Si, era real, aunque no recordaba qué universidad había hecho tan "impresionante" descubrimiento por eso se lo encasqueté a la de Miskatonic, clásica universidad de la mitología de Ctulhu de Lovecraft. Gran autor de terror que TODO el mundo debiera leer aunque solo fuera una vez. Por cierto yo si pienso que los videojuegos puedan modificar nuestra manera de ver el mundo, son arte, tal y como demostré tras una exhaustiva investigación realizada para la Complutense con el videojuego Silent Hill 2. El problema es que la noticia como siempre se centraba en el tándem violencia videojueguil=violencia real. En serio, nuestra generación debe estar sedienta de sangre y vísceras. Aún no me creo que no hayamos iniciado la tercera guerra mundial.
Estupideces a parte, pasemos a lo serio: asari y hanar. Al final de esta entrada veréis un hanar. Los que hayáis jugado a Mass Effect, seguro que decís "es que las asari no necesitan el sexo, basta con que conecten mentalmente para reproducirse". ¡Chorradas! Una raza totalmente formada por mujeres, supuestamente no necesitan el sexo, pero desarrollan tetas y genitales femeninos. Por dios, lo de las asari no tiene sentido en si mismo. Dadle vueltas, dadle vueltas y ya me contáis.
Concretamente dentro de dos semanas. Hasta entonces.
El hanar es ese calamar gigante.
Las asari no se reproducen, al menos no al estilo tradicional (sí, todo ese rollo de la fusión y la conexión nerviosa y eso). Pero amigos, eso no quiere decir que, en alguno de los aspectos ocultos del argumento, las asari no puedan disfrutar de polvos galácticos por su propio disfrute xDD Todo queda a nuestra imaginación (bien visto lo de los atributos femeninos) y habría que leerse todas las novelas que se escribieron en el universo del juego.
ResponderEliminarJuego mítico y maravilloso por otra parte, en cualquiera de sus tres entregas, de los mejores (quizá por no decir el mejor) en aventuras espaciales startrekianas. Y qué villanos más joputas, los Segadores.